jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº1940

Conurbano | 10 may 2023

ALBERTO-CRISTINA-SERGIO

Intendentes bonaerenses del FdT piden definiciones internas urgentes

Quieren saber si habrá PASO. Están nerviosos por la incertidumbre. Tienen que ordenar sus territorios. ¿Axel a Nación e Insaurralde a Provincia? ¿Qué contestan de arriba?


Por: Ricardo Carossino

De acuerdo a lo que pudo averiguar BonaerenSer, Máximo Kirchner estaría convencido de que el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, le asegura el triunfo al peronismo tanto como Kicillof y se une a otro operativo clamor de pocos: Axel presidente.

Todo el kirchnerismo y La Cámpora quieren al gobernador afuera de la Provincia. Junto a Insaurralde y la cúpula de intendentes, quieren el manejo de las arcas bonaerenses, pero el gobernador se resiste.

Un reciente estudio del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) reveló que el gobernador bonaerense sería el principal candidato del Frente de Todos, algo novedoso en el escenario.

El estudio de opinión reveló que el actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires tiene ventaja a nivel nacional (48%), sobre el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro (17,2%); y el ministro de Economía, Sergio Massa (16,1%). Daniel Scioli (6,8%), Juan Grabois (6,2%) y Jorge Capitanich (3,2%) cierran la lista de postulantes con menor intención de voto.

Nadie imaginaba hace un año semejante incertidumbre (dicho por un dirigente del gobierno de la Provincia: “Semejante quilombo”), en torno a las decisiones electorales en el Frente de Todos.

“Nadie tiene claro nada”, confesó a BonaerenSer, un peronista ortodoxo de años en las gestiones bonaerenses y admitió que le cuesta entender la manera en que se maneja el kirchnerismo en momentos claves.

“Yo nunca vi nada igual -dijo este asesor político del gabinete de Axel Kicillof-. Ayer (por el martes), todas las áreas del gobierno se detuvieron, dejaron de gestionar toda una tarde, para dedicarse a elaborar un repudio por la decisión de la Corte Suprema”.

Ese repudio tiene este mensaje de Kicillof: “Ayer vimos cómo tres jueces, pisoteaban el federalismo de la Argentina. No hay precedentes que cuatro días antes de la elección se anule. No sé si fue por ineptitud, por maldad o por una operación política que hicieron con la oposición. Eso no es democrático, ni republicano, ni está en leyes, ni tiene sentido”.

El escenario que marca este dirigente se da, asimismo, en el marco de una lucha de poder interna en el kirchnerismo en la que Cristina Fernández resiste a Sergio Massa que apoya a Kicillof en Provincia contradiciendo los deseos de su socio bonaerense, Máximo Kirchner, que presiona para sacar al gobernador del territorio de los intendentes. 

Todo esto sucede porque Cristina no quiere resignar su pensamiento político para concederle a un liberal moderado como es el ministro de Economía, que su prédica está desgastada de cara a la sociedad. Para tratar de mantener viva la flama K, la vicepresidenta sigue presionando al único cristinista que hoy tiene un piso interesante de votos como es el gobernador.

La respuesta de Kicillof es “no”. El hombre se abroquela, apenas apoyado por un puñado de intendentes del interior bonaerense, para seguir siendo el número uno en la Provincia y amenaza con desdoblar las elecciones, un tema del que se habló “y mucho”, según la fuente consultada, la semana pasada.

En medio de “semejante quilombo” (SIC), como definió el dirigente consultado, los intendentes estarían más desconcertados que enojados, aunque empiezan a exigir más que pedir, que haya definiciones.

Los jefes comunales no concuerdan para nada con la mentalidad de Cristina Fernández que prioriza una ideología a un cargo de poder. Los discípulos de los viejos barones duhaldistas piensan que a la vicepresidenta no le importa ganar la elección, sino sostener una estructura, aunque sea en la oposición, y mantener pura e impoluta la intransigencia ideológica que ha caracterizado al kirchnerismo, aunque en rigor, a Néstor Kirchner no le tembló la mano a la hora de ser pragmático (verbigracia: fusión Cablevisión-Multicanal).

Mientras tanto, ya Sergio Massa anunció algo que el medio de la zona sur, Política del Sur, advirtió hace una semana: para ser candidato tiene que serlo con la anuencia y el acuerdo de todos los sectores, de la misma manera con la que se acordó su Ministerio de Economía. No quiere PASO. Mientras tanto, su competidor más lanzado, y enemigo acérrimo, Daniel Scioli sigue presionando por competir en las primarias.

Los intendentes miran de afuera y le prenden velas a todos los santos para que, de una buena vez, Alberto, Cristina y Sergio se sienten a una mesa con una tregua ideológica y privilegien la elección del 13 de agosto contra una oposición que tiene más problemas que el gobierno.

Aguardando definiciones, los jefes comunales trabajan denodadamente para ordenar el pago chico y calmar a la tropa que también les exige definiciones electorales, al tiempo que equilibran la balanza para evitar la competencia interna.

La mayoría decidió que buscará otro mandato: algunos lo adelantaron en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante y otros no lo hicieron público, pero se mueven para eso. Se espera que lo oficialicen sobre el cierre de listas del 24 de junio.

Varios están en uso de licencia porque forman parte del gabinete provincial o nacional, pero no le perdieron pisada a la gestión local y están cada día encabezando actividades en el distrito.

Hace 72 horas, Kicillof volvió a apuntalarse como el candidato bonaerense lo que genera diferencias: “No paramos de recibir apoyo para la reelección y ya planteamos que si alguien quiere presentarse a una PASO, lo puede hacer y no hay ningún problema”, señaló en declaraciones que reproduce La Tecla, en un obvio mensaje a la ministra albertista Victoria Tolosa Paz.

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