La Policía Federal  clausuró un consultorio médico clandestino y decomisó gran cantidad de residuos patológicos en el barrio porteño de Villa Riachuelo. El cirujano responsable del lugar quedó imputado.

Las pesquisas para identificar a la clínica fueron ordenadas por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (U.F.E.M.A) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo de Carlos Fel Rolero Santurián, Secretaría de Ricardo Bomparola.

Fue así que agentes del Departamento Delitos Ambientales de la PFA investigaron un inmueble de la calle Berón de Estrada, donde funcionaba un centro de salud, para determinar si allí se brindaba atención y tratamiento a personas de forma ilegal.

Luego de tareas de campo, los federales determinaron que en allí funcionaba un establecimiento médico sin la correspondiente habilitación y en condiciones inadecuadas.

Con el total de las pruebas, el Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N° 16 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo interinamente de Ricardo Félix Baldomar, Secretaría Julia D'Alesio ordenó el allanamiento del lugar.

Durante el operativo quedó imputado un ciudadano argentino y mayor de edad, especialista en cirugía, quien sería el administrador del centro en cuestión. Asimismo, los detectives identificaron a cuatro mujeres, quienes aguardaban ser atendidas en el recinto en cuestión.

Respecto a las instalaciones de la clínica, estaba compuesta por un pasillo corredor que vinculaba todos los ambientes con diferentes boxes que funcionaban a modo de consultorios, una sala de espera, un recinto para la atención de los pacientes, un dormitorio con dos camas con soporte para el uso de suero y medicación intravenosa, como así también diferentes elementos e instrumentos que son utilizados en la especialidad de obstetricia y ginecología.

Además, se estableció la existencia de una bolsa negra conteniendo todo tipo de residuos médicos que fueran descartados, como ser gasas embebidas en líquidos hemáticos, jeringas, ampollas y agujas, advirtiendo a su vez un acopio incorrecto de diversos medicamentos, entre ellos reguladores de lípidos e hipertiroidismo, antihistamínicos, reductores de grasa, vitaminas y medicamentos para prevención de infartos.

Debido a la magnitud del procedimiento, se contó con la cooperación de personal de la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFYC) que procedió a la clausura del establecimiento por verse afectadas las condiciones generales de seguridad e higiene y por carecer de las correspondientes habilitaciones; mientras que la Dirección General de Control Ambiental (DGCONTA) intervino e hizo lo propio respecto a no contar con la habilitación como generador de residuos patogénicos.

Los elementos secuestrados quedaron a disposición del magistrado interventor por infracción a Ley 24.051 (Ley de Residuos Peligrosos).