En un operativo en conjunto de la Justicia paraguaya y de la Argentina, la Policía Federal Argentina, a través del Área del Cibercrimen logró coordinar un trabajo en conjunto de varios meses para identificar a un ciudadano argentino que vulneraba a través de las redes sociales a víctimas situadas en tierra guaraní. 

Tras un alerta emitida por la Policía Nacional del Paraguay, donde se dio a conocer el hecho, el cual consistía en captar a menores a través de engaños, estableciendo relaciones en línea, a fin de explotarlos sexualmente y cometer abusos sexuales, perpetrados esta vez, a través de la frontera, hallándose la víctima menor de edad en Paraguay y el agresor en Argentina. 

Luego de días de diálogo, se ganaba la confianza de sus víctimas, después de ello intercambiaban fotos y videos, para luego amenazar a sus víctimas, solicitando ya material explícito, y si éste no era entregado, prometía subir los contenidos ya enviados a las distintas plataformas y así ser distribuido en diferentes sitios de Internet dedicados a la difusión de material pornográfico. 

En ese contexto, los Agentes Federales de la Superintendencia de Investigaciones iniciaron las tareas analíticas y tras meses de trabajo, lograron detener las conductas de este pedófilo, estableciéndose primero su identidad y luego su domicilio, desde donde este sujeto abordaba, tras un sinfín de engaños en redes, a niñas menores de edad. 

"Cabe destacar que durante el transcurso de la investigación se iban recibiendo en forma constante y al unísono, nuevos episodios denunciados por la víctima, es decir que el masculino no se conformaba con el ya material enviado, pidiendo en forma constante", informaron las fuentes.

Obligados a acelerar las maniobras investigativas y ya sobre los pasos del pederasta, se logró reunir un "cúmulo importante de evidencia", tras lo cual se ordenó el inmediato allanamiento de su finca donde efectivamente fueron hallados y secuestrados todos los dispositivos electrónicos utilizados para consumar las maniobras delictivas.

Finalmente, el agresor sexual quedó a disposición de la Justicia debiéndose ahora analizar los equipos informáticos a fin de establecer la existencia de más menores víctimas.