Un muerto un disparo de arma de fuego que le impactó en la sien y la detención de ocho personas fue el resultado de un enfrentamiento registrado en inmediaciones del estadio de Lanús poco antes del comienzo del encuentro que el conjunto local le ganó por 2 a 0 a Barracas Central, por la última fecha del campeonato de la Liga Profesional.

Una facción de hinchas "granates" que pertenece al grupo de la cercana Villa Sapito estaba en la Plaza Sarmiento, donde se reúne habitualmente, cuando una camioneta blanca con una media docena de integrantes de su opositora El Ceibo pasó efectuando varios disparos a eso de las 14.

Como consecuencia de esa balacera una persona resultó un impacto de arma de fuego a la altura de la sien, que fue internado en el Hospital Narciso López de Lanús para una intervención quirúrgica de emergencia porque su estado era de gravedad. Murió en las últimas horas.

Fuentes policiales refirieron además la detención de ocho individuos, aunque estos no serían los que participaron del enfrentamiento sino los que salieron huyendo al momento de los disparos.

En el lugar de estos violentos episodios se encontró un arma de fuego aunque las mismas fuentes apreciaron que el balazo recibido por el herido fue accidental, ya que formaría parte del mismo grupo, que se cruzó por delante de la línea de disparo del agresor.

En la víspera, 11 hinchas de Independiente fueron detenidos y seis policías presentaron heridas tras los incidentes en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini al término del clásico que el equipo local perdió con Boca Juniors por la Liga Profesional.

"Vamos a ir a fondo contra los violentos", prometió Eduardo Aparicio, responsable de la Agencia de Prevención contra la Violencia en el Deporte (Aprevide).

El organismo bonaerense adelantó que se contactará con los dirigentes de Independiente para que se aplique derecho de admisión a los hinchas que protagonizaron los disturbios en el playón del estadio.

El público del "Rojo" estalló contra la Comisión Directiva que encabeza el presidente Néstor Grindetti, luego de una nueva derrota que cerró un pobre torneo.

Los efectivos policiales, parapetados en las inmediaciones de la zona que lleva a la sala de conferencias, buscaron disuadir a los hinchas que gritaban y cantaban contra la dirigencia. Lanzaron balas de goma y bombas de gas lacrimógeno que provocaron un caos por unos minutos, hasta que la calma renació.