Micaela nació prematura en noviembre de 2006. Tiene parálisis cerebral y Síndrome de West, un tipo de epilepsia que afecta principalmente el área psicomotriz del sistema nervioso. Viajó en tres oportunidades a China para hacer un tratamiento de células madre (2012, 2015 y 2017). Su calidad de vida mejoró y a partir del uso de aceite de cannabis, logró que prácticamente no tenga convulsiones. Sin embargo, los gastos para su cuidado crecen y actualmente la familia retomó la colecta de tapitas para conseguir los 500 mil pesos que necesita para cubrir aquellos que la obra social no. Una historia de lucha que vale la pena compartir.

Ella nació el 16 de noviembre del 2006, prematura, y tuvo resurrección al nacer y un neumotórax, que “seguramente fue el causante de su parálisis”. Su enfermedad comenzó a los 10 meses y los estudios demostraron que la nena tenía una descarga convulsiva cada tres segundos por lo que no se detectaba de forma visible, al menos hasta ese momento.

Mica tiene parálisis cerebral y Síndrome de West. Tras el diagnóstico, la familia emprendió una lucha para lograr que su calidad de vida mejorara día a día. En esta búsqueda, realizaron varias colectas de tapitas (y otras actividades) para poder recaudar los fondos necesarios para costear los gastos que implicaron los tres viajes a China (2012, 2015 y 2017), donde se realizó tratamientos con células madre.

“Esos tratamientos trajeron muchas mejoras en su postura, en su vista, sus pulmones y todo el organismo. Ella no se sentaba sólo porque no sostenía tronco y volvió pudiendo sentarse. Además, mejoró la visión, se le sacaron los lentes y no tuvo más problemas pulmonares, aparte de otras pequeñas mejoras q hacen al funcionamiento de su cuerpo”, explicó Karina Forlese, su mamá.

El deseo era poder volver a China ya que tras estos tratamientos “no tuvo mucho más progreso”, pero el aumento del dólar (en comparación con la moneda nacional) hizo que fuera imposible. Mica ya cumplió 15 años y su entorno trabaja para que pueda ser lo más desenvuelta posible en la vida cotidiana. “Actualmente, ella va a un centro de día, ya que la escolarización no está adaptada lamentablemente a chicos con problemas como ella. En este centro hacen música, trabajos manuales, psicomotricidad y está con pares”, contó.

La obra social no cubre todos los gastos, por lo que la familia retomó la colecta de tapitas para recaudar el dinero necesario para comprar una cama ortopédica y una grúa. La obra social crubre los gastos de una persona que se ocupa higienizarla tres veces por semana y es poco. Mica tiene 15 años, es grande y se hace muy difícil para los padres poder movilizarla para esto, por lo que requieren una ayuda externa. Entre las dos cosas, el costo estimado es de 500 mil pesos.

Aceite de cannabis

Karina fue una de las primeras mamás que se pusieron la lucha al hombro para que el uso de cannabis con fines medicinales sea legal, que implica –además de no vivir con el miedo de ser detenida por cultivar- muchas otras cuestiones. A partir de la sanción de la ley (27.350), se dio vida al Reprocann (Registro del Programa de Cannabis) pero al igual que muchos usuarios, Karina advierte que “no está bien armado”. Ella tuvo casi un año a la espera para obtener el permiso. “Igual, seguí cultivando porque mi hija lo necesita. Una madre iría presa si es por su hijo o hija enferma”, aclaró.

En ese marco, Karina señaló que continuará en la lucha para que se libere porque “es una planta, como tantas otras, curativa”. “El aceite de cannabis funciona con ella y su neuróloga bajó mucho la medicación por lo que ya no tiene convulsionas casi”, explicó.

Colecta

La familia de Mica continúa con la colecta de tapitas y llaves viejas. “Es para poder lograr una mejor calidad de vida”, recordó Karina. “Si alguien tiene cosas usadas y quiere venderlas, se pueden comunicar con nosotros. Todo suma”, apuntó.

¿Cómo ayudar? Pueden donar dinero a través de Mercado Pago al alias “micavapormas” o al 1153450462. También está habilitada la caja de ahorro benéfica del Banco Nación Nº 661038860/8. CBU Nº 0110661530066103886083 a nombre de Favio Enrique Ismael (el papá de Mica). También se pueden comunicar con ellos a los teléfonos 11 53450462 (mamá) y 11 51219652 (papá) o al Instagram y la fanpage.